Historia del zapato de cuero y nuestro comienzo como Europieles

Seguramente no es el primer sector que te viene a la mente cuando piensas en Tenerife, pero la realidad es que la piel y el cuero en Canarias es uno de los oficios tradicionales con mayor peso. Aun con la crisis que pasamos, tanto económica como sanitaria, sigue saliendo hacia adelante y, si a eso le sumamos que obtener materias primas en Canarias no es nada sencillo debido a que solo existen conexiones vía mar o aire, es todavía más admirable. El grupo de profesionales artesanos es muy variado y trabajan en diversos ámbitos como pueden ser la marroquinería, guarnicionería, elaboración de calzado, elaboración de chaquetas y el repujado.

Como particularidad de estas actividades podemos destacar lo costoso y manual que es el proceso de elaboración, lo que da lugar a una calidad superior y a un producto prácticamente único, al estar personalizado. Esto sería inviable sin maestros como los que tenemos, pero ¿cuál es el origen de este oficio en Canarias? Adéntrate con nosotros en su historia.


El calzado de cuero en Canarias

Los orígenes del calzado en Canarias se remontan al siglo XVI, una época donde elegir no era una opción y menos si eras una persona de bajos recursos: había unos modelos determinados y aquellos más ostentosos o que contaban con más decoración solo podían adquirirlos la clase alta, como símbolo de estatus. Aunque algunos de estos calzados podían parecer sencillos (otros todo lo contrario), la tela utilizada influía mucho a la hora de abaratar o incrementar su precio, además del tipo. 

Uno de ellos eran los borceguíes, utilizados sobre todo en la Edad Media. Estos se elaboraban con piel fina, suave y flexible que cubría la pierna hasta la rodilla. Por sus características, era muy difícil calzarse con ellos, por lo que requerían de alguna herramienta para facilitar la tarea. 

Otro calzado típico eran las botas y los botines, similares al anterior en forma, pero fabricados con cueros rígidos. Al principio, su uso estaba restringido a los hombres, pues eran ellos los que tradicionalmente salían al campo a trabajar o montaban a caballo, pero más adelante se comenzaron a elaborar modelos femeninos. 

Como no, el tradicional zapato se hacía con diferentes tipos de cuero, pero también con telas como terciopelo, fieltro, etc.

Y, finalmente, las pantuflas: se elaboraban con forrado de badana, cuero o terciopelo, el cual tenía una suela de corcho sin talón. Se solía utilizar junto a los borceguíes, por ejemplo.

Por supuesto, a lo largo de la historia ha habido muchos más tipos y modelos como sandalias, babuchas, polainas, alpargatas…hasta llegar a los tiempos modernos, teniendo una variedad enorme.

Orígenes de los zapatos en Estados Unidos

El calzado cuenta gran parte de la historia de las personas. Desde tiempos inmemorables la población ha usado zapatos con el fin de proteger sus pies, formando parte de su vida.

A diferencia de Canarias, uno de los zapatos más emblemáticos de Estados Unidos son las botas de vaquero, pero el origen de esta prenda se remonta a un tiempo atrás. 

Todo comenzó con los primeros pobladores que traían desde Inglaterra suministros de calzado y útil de cuero curtido. Y como es natural los colonos necesitados de calzado, estos adquirían mocasines de los indios, hechos de piel de ante. 

Hoy nos resulta difícil comprender las circunstancias que pudieron surgir para que los primeros zapateros establecieron su industria en este país. Primero tenemos que entender que las colonias estaban dispersas a lo largo de la costa atlántica y, segundo, que el océano les impedía llegar con facilidad su centro de suministros en Inglaterra.

Si nos adentráramos en el calzado de esa época sin duda el rey durante años fue la bota del vaquero, pero ¿qué sabemos de este calzado? Las botas de piel han recorrido un largo camino, desde los primeros vaqueros hasta su popularidad en el cine y la posterior conquista de las pasarelas.

Estas botas fueron diseñadas originalmente para el trabajo. Aunque se pueden encontrar de muchos materiales distintos, se fabricaban principalmente con cuero vacuno o alguna piel exótica como avestruz, cocodrilo o serpiente.

Se data su origen en EE.UU. a mediados del siglo XIX: los vaqueros usaban botas sencillas pero resistentes para sentirse cómodos y estar protegidos mientras realizaban trabajos difíciles. Más adelante, llegaron a elaborarse botas de diseño fino, utilizadas para las ocasiones especiales. Esto hizo que este tipo de calzado fuera evolucionado y se fue convirtiendo en un producto mucho más relacionado con la moda. Finalmente, llegó la influencia de Hollywood y la creciente popularidad de las películas del oeste (creando el género del Western), junto con otras figuras del mundo de la música. 

Nuestros comienzos en el sector de las pieles

Al igual que ocurre con Canarias o Estados Unidos, nosotros también tuvimos un inicio en el mundo del calzado de piel. Nuestra historia se remonta al año 2000, hace unos 20 años aproximadamente. 

Todo comenzó con un almacén de curtidos que llevaba existiendo toda la vida en Tenerife, una de las Islas Canarias. Tras un tiempo, decidimos obtener su propiedad y creamos lo que hoy se conoce como “Europieles”. 

Al principio, no contábamos con todas las distribuciones que actualmente tenemos el placer de proporcionar, pues hemos recorrido un largo camino desde entonces. Nuestros comienzos estaban enfocados únicamente a la venta de todo tipo de pieles, además de material para que los zapateros pudieran trabajar en sus creaciones. 

Poco a poco quisimos ir ampliando nuestra gama de artículos y ofrecer cada vez más aquellos que pudieran facilitar la labor de los artesanos o enriquecieran su negocio u oferta hacia sus clientes. De esta manera, comenzamos introduciendo las plantillas para zapatos y productos específicos para el cuidado del calzado, así como también de las pieles. 

Más adelante, nos metimos de lleno en el sector de la ortopedia y podología. Finalmente, ha logrado consolidarse en nuestro modelo de negocio y se ha convertido en uno de nuestros principales pilares.

A día de hoy, disponemos de una gran variedad de distribuciones y representaciones de productos, tanto para reparación de calzado como para el ámbito ortopédico. Ortotex Medical, Flexor, Herbitas, Cauchos Andes…son solo algunas de las marcas con las que trabajamos.

Como no podía ser de otra manera, nos hemos ido adaptando a los tiempos actuales para brindar el mejor servicio posible, implementando una tienda online en la que nuestros clientes puedan realizar sus compras con la mayor facilidad posible. 


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