¿Qué limpiador debo escoger para cada tipo de calzado?

La presentación de nuestro producto es la clave para la venta final, crear un calzado perfecto para el cliente no vale de nada si a la hora de entregárselo no lo ve en todo su esplendor, es ahí cuando se ultiman los detalles para que dure en perfectas condiciones el máximo tiempo posible. Además, es en este instante cuando probablemente el cliente nos acabe recomendando a su círculo cercano. Este momento tan crucial nos preocupa, ya que siempre queremos lo mejor para nuestros clientes.

Por eso, repasaremos la mejor manera de limpiar los zapatos según el material, para así entregar el producto ideal.


Zapatos de gamuza, ante y nobuk

Al ser materiales delicados, hay que tener especial cuidado con el polvo y las posibles manchas para poder retirar todo lo posible antes de entregar el producto. Lo mejor es utilizar cepillos especiales para gamuza y seguir la dirección del pelo, nunca al revés, porque si no se dañará el producto. Si durante el proceso de fabricación del calzado, por algún motivo (ya sea el uso de colas industriales o algún imprevisto) se haya podido manchar levemente, la mejor opción es el uso de una goma de borrar. Lo normal es que esta genere restos, por lo que tendremos que retirarlos con el cepillo. Es importante aplicarle un spray protector impermeabilizante, así como recomendar su uso al cliente.

Zapatos de serraje

Es esencial entender la composición de este material. Esta es mucho más tosca y ha recibido un tratamiento para obtener ese tacto, consiguiendo una resistencia extra. Aún con todo, eso no nos debe engañar, ya que sigue requiriendo cuidados y no se puede tratar a la ligera. 

Así, será necesario un buen cepillado para que esté en unas condiciones óptimas a la hora de entregarlo a los clientes. Si en el proceso de creación se ha podido manchar con alguna grasa, el uso de polvos de talco es eficaz. Como en el caso anterior, el uso de un spray protector es una gran idea.

Zapatos de charol

El zapato “espejo”. Un charol bien cuidado será un reflejo de luz para el cliente, por lo que es uno de los calzados que más hay que dedicarle tiempo antes de realizar la entrega.

Se debe limpiar bien de cualquier mota de polvo con un trapo húmedo con agua y un poco de jabón. Una vez se ha secado, se aplica crema hidratante o cera especial para este producto, pero en ningún caso hay que recurrir a productos caseros: lo mejor es confiar en marcas profesionales. Finalmente, se frota con un trapo seco, ya sea de algodón o gamuza para darles un brillo perfecto.

Zapatos de esparto y fibras naturales

La gran olvidada, aunque en los últimos años debido a las tendencias de moda está cogiendo fuerza. Los materiales naturales de origen vegetal son delicados, por lo que un buen tratamiento antes y después (por parte del cliente) es casi obligatorio. Además, se recomienda seguir ciertas costumbres: 

  • Mantenerlo lejos del agua o la humedad.

  • En caso de manchas se puede espolvorear polvos de talco dejando que actúe un tiempo para que absorba la grasa.

  • Usar un cepillo y un trapo de microfibra para las alpargatas.

  • O, si se ha mojado, nunca dejarlo secar a pleno sol.

Son muchas las necesidades de este calzado, por eso es importante comunicarle al cliente todos los consejos que debe seguir para que su zapato dure lo máximo posible.

Zapatos de cuero

El material preferido por excelencia: el cuero es el rey de los zapatos. Si saber trabajarlo es todo un arte, darle la puesta a punto no es menos. 

Para limpiar correctamente el cuero, primero tenemos que retirar toda la suciedad y polvo que pueda tener con un trapo húmedo o bien con un cepillo de cerdas suaves, especiales para este tipo de material. Posteriormente, aplicaremos betún, preferiblemente del color del calzado. En caso de no conseguir, siempre podremos optar por uno incoloro y esperar a que se seque correctamente. Finalmente, retiraremos el sobrante con un cepillo especial de abrillantado de zapatos de cerdas suaves y, para un acabado brillante, se puede limpiar con un trapo seco suave. 

Además, es importante nutrir los zapatos, puesto que, si no lo hacemos, perderán sus características. Para esto hidrataremos el cuero con una crema hidratante especial, con el fin de evitar grietas. 


Todo calzado requiere de cuidados específicos, tanto antes de entregárselo al cliente como posteriormente por parte del mismo para que perdure el mayor tiempo posible. Esto puede ser complicado, pero con la ayuda de productos de primeras marcas como los que ofrecemos en Europieles, es posible. ¡Encuentra lo que buscas en nuestra tienda!

Historia del zapato de cuero y nuestro comienzo como Europieles